domingo, abril 23, 2006

¿Quién las entiende?

Ayer me encontré a Mariví por la calle, y como persona civilizada me paré a saludarla.

El diálogo:

M: Hola, Luis, estás estupendo.
(Sonríe, estupenda está ella. Pero qué guapa es!).

L: Hola. ¿Cómo estás?
(Estoy un poco cortado. ¿Habrá creído que estoy por aquí para verla?).

M: Muy bien. Aunque hoy casi no he tenido tiempo a arreglarme, con las prisas...

L: Sigues viviendo en este barrio, claro. Es un sitio agradable pero es tan difícil aparcar...
(Ceño ligeramente fruncido. ¿Qué le pasa?)

M: Y tú, ¿dónde vives?.

L: Acabo de cambiarme a un apartamento con vistas al mar.

M: ¿Cómo te las arreglas solo con la casa?

L: Me he comprado un aspirador o lo que sea que me recomendó Mónica. Tiene cuatro funciones diferentes y lo hace todo. Puedes poner vapor para los cristales y se limpian casi solos.
(Qué cara se le ha puesto! Nunca le gustaron los aparatos con más de una página de manual).

M: Estás más delgado. ¿Te cuidas? ¿Comes bien?

L: Bueno, salgo más, ya sabes,...
(No voy a reconocer que no cocino, que estoy harto de las latas y el microondas. ¿Por qué no estaré con ella, que cocina fenomenal?).

M: Cuidate.

L: Y tú, ¿eh?.
(Mirada incendiaria. ¿Qué he dicho?. Pero qué guapísima es!!!)

martes, abril 18, 2006

Cuidado personal I

He decidio abrir esta serie y enseñaros algunas cosas que he ido aprendiendo, si es que sirven de algo.

Empezaré por el eterno problema de las mujeres: adelgazar.

Los hombres no engordamos ni adelgazamos. Si acaso, echamos un poco de tripa cervecera que se disimula sacando un poco la camisa para fuera y dándole un liegro plieguecito hacia abajo. En estos casos, si puedes no lleves corbata - sale disparada-, ni jerseys de punto fino, ni te abroches las chaquetas de un sólo botón, sobre todo si tienen alguna abertura atrás.

Si, a pesar de no engordar ni dejando de fumar, quieres aprender algún truco...no te servirá, no tenemos fuerza de voluntad, pero, sobre todo, quién puede aprenderse las tablas de calorías y qué alimentos van con no sé qué?

No, es más sencillo. Somos seres simples: no comas pan a la comida, no tomes postre y no comas entre horas. Si el problema es más grave - por ejemplo, cuando te sientas te tiran los pantalones y se te suben hasta media pierna- tendrás que cenar poco o nada.

Si no sirve, escribiré un post enseñando a cocinar en microondas. Adelgazas seguro.

lunes, abril 03, 2006

Se acabó!

Pero por favor, si ya me estaban enterneciendo otra vez!.

Que no, que no voy a caer en sus redes. Yo a lo mío. Si es que son unas liantas todas, no hay quien las aguante. Donde haya un tío que dice al pan, pan y al vino, vino, pues eso, que se quiten esos rollos que se traen "ellas".

Ayer me llama Mariví, mi ex, que qué pasa con lo del divorcio. Y ya le dije que haga lo que le dé la gana, pero qué prisa tiene la condenada en librarse de mi. Y yo ya no la quiero, pero qué rabia me da que esté tan bien tan rápido, con lo borde que es. Por favor, si no hay quien la resista. Pobre del que le toque: quita los pies de enima de la mesa, no haces más que beber cerveza, por qué vas con el tonto de Richard, ese Fran es un salido.... Buff, firmo los papeles y que me deje en paz para el resto de mis días. Pero no me caerá esa breva, ya encontrará otra disculpa para llamarme, que, en el fondo, no sabe estar sin mi, aunque sólo sea para darme la murga.

Esta mañana llegué a currar, con un cabreo considerable y llega "la Mónica esa": oye, Luis, a ver si me das de una vez el resumen que te pedí, que es que ya va para una semana, guapo. La fulminé. ¿Pero qué se cree la maruja esa metida a jefa? ¿que no lleva trabajo lo que ha pedido? Todo es porque no la he vuelto a invitar a salir. Lo que le hace falta a esa se le ve de lejos.... Ya sé estoy rencoroso, pero es que no veas el tonito de la muy bicho, y delante de Juan, que se dió la vuelta muerto de risa.

Y la del sueño, pues me alegro de haber olvidado su cara, que si es tan estrecha para sólo darme un beso en la mejilla, pues que se pierda, que es una cursi.

No sé, me voy con Richard y con Fran a jugar una partida y a tomar unas cañas, que esto no hay quién lo aguante.

Y mañana empiezo a cuidarme, que ya está bien.